La lectura con un lector de tarot debe ser una experiencia agradable, por no hablar de ayuda. Usted debe obtener una lectura rápida y perspicaz que responda a sus preguntas y le da una idea de ti mismo y tus seres queridos. Aunque no debes dejar que una lectura se apodere de tu vida, tampoco debes ser tímido a la hora de pedir ayuda si tienes dificultades con algo. Un tarotista puede ayudarte con todo, desde problemas de autoestima hasta problemas de pareja. Tanto si buscas respuestas rápidas como si quieres conocer mejor tu futuro, una lectura en profundidad de vez en cuando es una buena forma de hacerlo.
Este tipo de lectura es todo un arte y saber cuándo hay que alejarse de ella es tan importante como ver qué ocurre después. Entonces, ¿cómo saber si ese adivino de tu fiesta está intentando venderte cosas o simplemente tiene mala clarividencia? Para ayudarte a distinguir a los falsos adivinos de los auténticos, a continuación las opiniones Alicia Collado, tarotista y clarividente en contra de estafadores y te explicamos cómo protegerte de las máquinas expendedoras de espiritualidad fraudulenta:
Los adivinos fraudulentos están ahí fuera, y es importante ser consciente de las señales que usted debe tener en cuenta. Las tres señales más importantes son:
– El falso adivino nunca pregunta por ti o por tus seres queridos. Si lo hace, probablemente tengas problemas. La única forma de saber si son adivinos legítimos es que te lean la suerte.
– El falso adivino hace promesas en las que no puedes confiar. Por ejemplo, si le dices al falso adivino que trabajarás para conseguir tus objetivos financieros, nunca te dirá cuáles son. Pero, si le preguntas, probablemente te prometerá alguna locura como “una casa, un coche y un trabajo”.
– El falso adivino miente. Puedes distinguir entre un falso adivino y uno legítimo observando su lenguaje corporal. Mientras que un adivino legítimo querrá que confíes en él y seas abierto de mente, a uno fraudulento le costará mostrarte signos de confianza. En su lugar, busca señales de engaño como:
– El falso adivino no te deja terminar tus preguntas. – El falso adivino no te da una respuesta directa. – El falso adivino te da una respuesta directa, pero te das cuenta de que no es toda la verdad.
– El adivino hace afirmaciones descabelladas en las que no puedes confiar. Por ejemplo, si le dices al falso adivino que trabajarás para conseguir tus objetivos financieros, nunca te dirá cuáles son. Pero, si le preguntas, probablemente te prometerá alguna locura como “una casa, un coche y un trabajo”.