“Las relaciones a larga distancia no funcionan”, “el tiempo mata la pasión”, “no puedes tener amor y una carrera exitosa. Tienes que elegir”. Es probable que hayas escuchado al menos una de estas declaraciones, o una variación de ellas, al menos alguna vez. Uno de los mitos más comunes sobre las relaciones a largo plazo es que la pasión es solo el comienzo de una relación y que es casi imposible mantener viva la chispa durante tanto tiempo.
¿Qué es la chispa?
Es esa sensación de mariposas en el estómago, la electricidad que te atraviesa cuando tocas a las personas que amas, esa emoción profunda. Algunos creen que es inevitable que este sentimiento se atenúe y eventualmente desaparezca cuando estás en una relación a largo plazo. Pero ese ciertamente no tiene por qué ser el caso.
Ya sea que estés en una nueva relación y quieras aprender cómo mantener viva la chispa o si has estado con tu pareja por un tiempo y deseas saber cómo devolver la chispa a la relación, aquí encontraras todas las respuestas.
¿Por qué se apaga la chispa?
Las parejas pueden dar una lista innumerable de razones por las que se apaga la chispa. Por lo general, estas razones se centra en no tener suficiente tiempo para estar juntos y eso hace que se pierda lentamente esa conexión que ambos atesoraban. La desconexión podría deberse a horarios de trabajo muy pesados, largas distancias, o simplemente responsabilidades crecientes, como ocuparse de los niños y sus necesidades. Lo que podría haber sido solo un estado temporal incompatibilidad, se convierte inconscientemente en un hábito. La prioridad de pasar tiempo juntos cambia de “mañana” o “la próxima semana” a “cuando las cosas se arreglen” y finalmente, se desvanece en “nunca”.
Menos tiempo juntos conduce a una pérdida de la intimidad, que se manifiesta como una pérdida de atracción. La pérdida de atracción conduce a una disminución de la comunicación entre la pareja, iniciando un ciclo de negatividad que se convierte en uno de frustración y mayor distancia. Dejan de ser amables y amorosos el uno con el otro y comienzan a tratarse como compañeros de cuarto.
Aprender a mantener viva la chispa es posible. Pero se necesita algo más que programar una o dos citas con tu pareja para lograr un cambio real y duradero en la relación. Cuando aprendes a hacerlo y a trabajar en conjunto con tu pareja para mantener encendida esa pasión, de verdad puedes llegar a tener la relación que siempre quisiste.
4 formas de mantener la chispa encendida
- Crear: Tienes que crear lo que quieras, no solo esperar a que las cosas pasen o a que tu pareja te haga propuestas. Para ser un buen compañero de vida necesitas estar emocionalmente en forma y pasar de querer algo hacer algo. Piensa en el comienzo de tu relación, ene se entonces estabas dispuesto a hacer lo que fuera necesario para hacer feliz a esa persona. ¿Qué estás dispuesto a hacer ahora? No puedes esperar que las cosas cambien si tú no lo haces primero.
- Hablar con tu pareja: ¿Cuándo fue la última vez que realmente hablaste con tu pareja? Para mantener viva la chispa, la comunicación es imprescindible. Hablar no solo significa contarse algunas cosas durante el día. Se trata de hacer planes sobre el futuro, comprender el lenguaje de amor de tu pareja y descubrir que está en la mente de tu pareja. Compartir una conexión real y ver las cosas desde su punto de vista.
- Planificar sorpresas: Suena contradictorio, pero planificar la espontaneidad puede marcar una gran diferencia para la pareja, especialmente cuando se trata de mantener viva la chispa. ¿Ya intentaron probar con el sexo telefónico? Pensar en hacer algo distinto y planificar una sorpresa es una excelente manera de salir de la rutina y mostrarle a tu pareja lo mucho que te importa. Tu pareja verá que te preocupas lo suficiente como para dedicarle tiempo y recordará las razones por las que se involucró en esa relación en primer lugar.
- Dar: El secreto para vivir es dar. Y esto ciertamente aplica a las relaciones. Dar demuestra que estás haciendo de tu pareja una prioridad y es la clave para mantener viva la chispa. Recuerda, si no recibes nada, es probable que te sientas insignificante y no querido. En cambio, piensa en lo que puedes darle a tu pareja para que se sienta pleno y lleno de amor. Debes comprender que ambos son tu principal prioridad. Ve más lejos de lo que espera tu pareja y serán los admiradores número uno el uno del otro.
Dedícate a crear sorpresas y oportunidades entre ustedes y a derribar los obstáculos que se interponen. Cuando piensas en cómo actuaste al principio de la relación, puedes aprender fácilmente a mantener viva la chispa.